'Me encanta participar en el proceso de enseñar a pensar'


Fernando Sánchez Romero
Físico, Jefe del Departamento de Ciencias y miembro del equipo de I+D del Colegio

¿Por qué eres profesor?
Esa pregunta ha tenido diferentes respuestas en cada momento de mi trayectoria profesional. Hace veintitantos años la razón (quizá egoísta) era que me gustaba explicar las cosas que estaba aprendiendo (ya como alumno) y esto era para mí una forma de clarificar y ordenar mis ideas. Pero a lo largo de los años he ido descubriendo que este oficio es mucho más que meter ideas, conceptos y reglas en la cabeza de los alumnos. Es enseñar a pensar, a construir un edificio donde esas ideas se conectan con otras ya existentes y producen una forma de aprender autónoma en los alumnos, les hace más inteligentes en definitiva. Y me encanta participar en este proceso. Dentro de otros veintitantos años seguramente habré descubierto más cosas. Hablaremos entonces.

Si no pudieras ser profesor, ¿a qué te dedicarías?
Me gusta mucho la música. Aporreo la guitarra y la armónica y de vez en cuando martirizo a mi familia y amigos. Dentro de mi plan de jubilación está perfeccionar esta forma de tortura.

¿Qué recuerdas de tu primer día de clase?
Por supuesto. Toda una mezcla de sensaciones contradictorias. Pero recuerdo sobre todo el día que puse mi primer examen. Ahí sobre todo sentí una ternura infinita por aquellos pobres alumnos de segundo de BUP con la cabeza literalmente pegada a la mesa, a los que estaba sometiendo a un rato tan malo.

Después de más de treinta años... ¿en qué crees que ha mejorado el Colegio?
El Colegio ha ido creciendo por dentro y por fuera, como lo hemos hecho sus componentes. Creo que, cada uno desde su especificidad y manera de hacer las cosas, hemos conseguido fabricar un proyecto común que tiene como centro la formación integral del alumno, hacerle una persona competente y que se encuentre en disposición de tomar el rumbo de su futuro.

¿Qué sigue igual?
Creo que cierta ingenuidad y humildad que nos hace estar constantemente revisando y perfeccionando nuestra forma de trabajar. Esa es una característica del Colegio que yo creo que ha sido una constante dentro de su trayectoria, y que es inherente al propio concepto de educación. Digamos que el Colegio no es un buen sitio para quedarse quieto.

¿Qué es lo que más te gusta del Colegio?
Desde mi lado de profesor y desde mi experiencia personal, la absoluta libertad para desarrollar la labor docente. Y por supuesto estos bichos raros que tengo como compañeros.

¿Sabes cuántas promociones de alumnos han pasado por tu aula?
Lo sé. Unas cuantas. No puedo especificar más a riesgo de que descubras que provengo de la era paleozoica. Pero digamos que tengo como compañeros a antiguos alumnos y dentro de no demasiado tiempo le daré clase a sus hijos… ¡Cómo pasa el tiempo!

¿Cuál consideras tu mejor curso/año escolar?
Éste (siempre el último).

Cuéntanos alguna anécdota...
Bueno, no sé si una anécdota. Pero tengo por orgullo (junto con algún que otro profesor de letras) contar los chistes más malos con base matemática. Al menos eso dicen mis alumnos. Para apoyar esta afirmación, ahí va un ejemplo:
- Papá, ayúdame a hacer este problema que tengo para mañana.
- No hijo, no estaría bien.
- Bueno, tú inténtalo de todas formas.

¡Gracias, Fernando!
Un fuerte abrazo, Pedro.
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